Hoy conversamos con Andrés Díaz Bedolla, quien ha dedicado su carrera a conectar empresas latinoamericanas con las cadenas de valor globales. Su trayectoria comenzó en ProMéxico, donde se enfocó en atraer inversión y promover el comercio para el Gobierno de México. Su pasión por impulsar a Latam lo llevó a China, donde realizó una maestría en economía y fundó una empresa que operó durante ocho años, colaborando estrechamente con el grupo Alibaba y vendiendo al gobierno chino.
Más adelante, se unió a Alibaba, liderando las iniciativas globales de Alibaba.com, la mayor plataforma B2B del mundo. Aunque inicialmente vio en esta plataforma una herramienta para integrar a los proveedores latinos en cadenas de suministro globales, pronto se dio cuenta de que no era adecuada para las necesidades específicas de Latam. Esta revelación lo motivó a dejar Alibaba en diciembre de 2022 y a fundar Yumari, con la misión de entender y mejorar la situación de los fabricantes en América Latina, y ayudarlos a integrarse en las cadenas de valor de las empresas norteamericanas.
¿Qué hace Yumari y qué problema están resolviendo?
América Latina tiene un rezago de 25 años en la profesionalización y digitalización de la oferta comercial y exportable de los fabricantes. Hoy, cuando el mundo habla de la oportunidad de relocalizar cadenas de suministro en América Latina, también conocido como nearshoring, las empresas enfrentan grandes desafíos. Las empresas dicen: «Sí, quiero disminuir el riesgo en mi cadena de valor, sí quiero relocalizar mi cadena de suministro y explorar la posibilidad de integrar proveedores latinos en mis cadenas». Les preocupa enormemente que el costo de un contenedor de China a Estados Unidos haya pasado de 1,700 a 7,000 dólares en las últimas semanas. También les preocupa un posible conflicto en China o un bloqueo económico, o que Trump vuelva al poder e imponga un 200% de impuesto a algunos productos que están importando. Estas son algunas de las preocupaciones que tienen los empresarios en Norteamérica.
La respuesta más lógica sería explorar proveedores en América Latina. Sin embargo, el gran obstáculo es que las fábricas en la región no están profesionalizadas ni digitalizadas, lo que dificulta la integración de estos proveedores en sus cadenas de valor.
Aquí es donde entra Yumari. Somos una plataforma digital en la que compradores internacionales pueden subir sus requisiciones de cotización, especificando lo que buscan, cuánto quieren comprar, cuándo lo necesitan y dónde están. Nos encargamos de todo: desde la selección de la fábrica, auditorías, muestreo, producción, control de calidad, hasta la exportación e importación y el registro de la transacción. Entregamos en almacén y también nos ocupamos de la última milla en Estados Unidos.
¿De qué tamaño es el mercado y cuál es el tipo de cliente al que puede ayudar Yumari?
Actualmente, estamos trabajando con marcas D2C, es decir, marcas y empresas que venden directamente al consumidor. Estas empresas han crecido mucho en los últimos años; en Estados Unidos se han creado 180,000 marcas D2C en la última década. Estas marcas no dependen de retailers ni de marketplaces; venden directamente a través de plataformas como Shopify, TikTok Shops, Instagram, y Facebook Marketplace. Son empresas con buenos márgenes, que invierten mucho en publicidad y tienen un mayor control sobre sus productos y márgenes.
De estas 180,000 marcas en Estados Unidos, el 60% se encuentra en la categoría de ropa y textil, seguidas por comida y bebida, belleza y cuidado personal (la categoría de mayor crecimiento en este momento), bienestar, salud, y casa y decoración. Yumari se enfoca en estas categorías, con un fuerte énfasis en textil y apparel.
De esas 180,000 marcas, alrededor del 10% vende más de 150,000 dólares mensuales. Para nosotros, una empresa que vende entre 150,000 y 350,000 dólares mensuales es un cliente ideal para Yumari, porque aunque están creciendo, aún son pequeñas y no tienen equipos especializados en cadena de suministro, compras, ni operaciones internacionales. Ahí es donde entramos nosotros: nos convertimos en su brazo operativo y nos encargamos de todo, asegurándonos de que siempre tengan producto disponible para vender.
El mejor problema que nuestros clientes enfrentan cuando llegan a nosotros es que podrían vender más, pero no lo hacen porque no tienen suficiente producto y su cadena de suministro es un caos. Es ahí donde intervenimos para solucionar ese problema.
¿Cómo se aseguran de la calidad y eficiencia en todo este proceso?
Todos nuestros proveedores pasan por un riguroso proceso de selección y los verificamos constantemente en 540 listas negras internacionales. Si en algún momento aparecen en cualquiera de estas listas, los damos de baja de la plataforma hasta investigar qué ocurrió. También gestionamos controles de calidad en la producción al inicio, a la mitad, y al final, justo antes de cerrar las cajas para el envío. Nos encargamos de supervisar todos estos controles de calidad.
Algo importante: no somos una base de datos gigante de proveedores en todas las industrias. Trabajamos con fábricas socias con las que tenemos una relación muy cercana, y nuestro objetivo es aumentar nuestra participación en su capacidad de producción. Actualmente, trabajamos con unas 60 fábricas en Colombia, Perú y México, que son nuestros socios estratégicos. Nos involucramos profundamente en el proceso para entender cómo podemos ayudarlas, porque para hacer un buen match entre compradores y vendedores, es necesario trabajar en la digitalización de estos proveedores. Más que buscar nuevas fábricas, nos enfocamos en incrementar nuestra participación en la capacidad de producción de las que ya tenemos.
Qué ventajas ofrece América Latina sobre Asia?
En América Latina ofrecemos productos de muy buena calidad y diversificación que no se encuentran en otros lugares, como nylon colombiano para trajes de baño, Pima Cotton de Perú, lana de alpaca para sudaderas en Bolivia, y mezclilla en México. Lo mismo sucede en comida y bebida; México es el tercer exportador más grande del mundo en productos de skincare, maquillaje y cuidado de la salud.
También es importante considerar los impuestos de importación de productos chinos, el aumento en los costos de transporte, y otros factores que hacen que la producción en América Latina sea competitiva, especialmente si se busca calidad, visibilidad y trazabilidad en la cadena de suministro, así como responsabilidad social en la manufactura. Si quieres asegurarte de que las fábricas que están produciendo tus productos cumplen con todos los reglamentos de sustentabilidad, equidad y respeto al trabajo, eso es exactamente lo que estamos haciendo en Latinoamérica. La verdad es que esto es mucho más complicado de lograr cuando se fabrica en Asia.
¿Cómo ves el futuro del nearshoring en México y Latinoamérica?
La tendencia es clara: muchas empresas están moviendo sus cadenas de suministro a América Latina. Sin embargo, aún hay mucho trabajo por hacer en pagos cross-border, digitalización de la oferta exportable y logística eficiente. El verdadero valor del nearshoring no está solo en atraer inversión extranjera directa, sino en integrar proveedores locales en las cadenas de valor. Esto permite la transferencia de tecnología, conocimiento y talento, y realmente genera valor para los países de Latam. Para Yumari, es crucial no solo atraer nuevas empresas, sino asegurarse de que estas empresas integren a los proveedores locales en sus cadenas de suministro, ayudándoles a desarrollarse y competir al mismo nivel.
¿Cuáles son los retos y desafíos que tiene Yumari actualmente?
Los retos son muchos. La falta de profesionalización en algunas fábricas dificulta encontrar proveedores que coticen a tiempo, respeten los plazos de producción y entreguen de manera puntual. Un gran desafío es el tema de las transacciones, ya que mientras plataformas como Alibaba ofrecen múltiples opciones de pago para proveedores chinos, en América Latina la única opción suele ser la transferencia interbancaria internacional, lo que no resulta tan atractivo para los compradores.
Los principales retos son la infraestructura y eficiencia logística, la capacidad de facilitar pagos seguros y sencillos para compradores y vendedores, y la profesionalización de nuestros proveedores para asegurar que trabajamos solo con los mejores, cumpliendo con las exigencias de los compradores internacionales.
¿Qué viene para Yumari en los próximos 6 meses?
En este momento, estamos enfocados en vender. Cerramos una ronda en junio del año pasado y comenzamos a vender en octubre. Esperamos alcanzar ventas de 150,000 dólares mensuales para finales de este año, con la meta de levantar nuestra ronda seed. Actualmente, producimos para la mayoría de las marcas D2C mexicanas y gestionamos su cadena de suministro. Nuestro siguiente paso es expandirnos hacia las marcas D2C en Estados Unidos y ampliar nuestras categorías.
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