Los procesadores de pagos son fundamentales para la creciente adopción del comercio electrónico en esta era digital. A través de estas plataformas, las empresas pueden obtener una ventaja competitiva al agregar una capa adicional de seguridad y brindar una experiencia más fluida con diversas opciones de pago.
Pero, ¿qué es exactamente lo que hace un procesador de pagos? Un procesador de pagos es una empresa que gestiona las transacciones de un comerciante desde varios canales, como tarjetas de crédito y débito. Puede entenderse como un mediador entre el comerciante y las partes involucradas en la transacción, como un cliente o las instituciones financieras preferidas.
Los procesadores de pagos son igualmente importantes para las transacciones de comercios electrónicos como para las operaciones de tiendas físicas. La elección del procesador de pagos adecuado puede determinar el éxito de una empresa en términos de ingresos, satisfacción del cliente y seguridad.
Las ventajas de tener un procesador de pagos
Entre las ventajas de contratar un procesador de pagos, el propósito general es autorizar transacciones transmitiendo información de la tarjeta de crédito o débito de un cliente a los bancos involucrados en el proceso, asegurándose de que los fondos estén disponibles. Esta operación ocurre en cuestión de segundos y asegura que los comerciantes reciban el pago a tiempo.
Una de las principales barreras que impiden a los empresarios y clientes cambiar a pagos digitales es la preocupación por la seguridad. Sin embargo, las transacciones en línea son más seguras que nunca, ya que los procesadores de pagos cumplen con los estándares de la industria y las mejores prácticas para combatir el fraude.
Al asumir el papel de mediador, una empresa de procesamiento de pagos brinda apoyo a sus clientes ayudando a resolver disputas de facturas que pueden ocurrir en una transacción, dejando a los comerciantes y clientes satisfechos.
Los pagos digitales pueden ampliar la base de clientes de una empresa al tener un mayor alcance, pero esto también significa que los comerciantes deben poder ofrecer diversas opciones de pago para seguir siendo competitivos. Ignorar este aspecto del negocio puede crear un importante punto de fricción en la experiencia del cliente.
Algunas cosas a considerar
Los procesadores de pagos pueden variar considerablemente en factores que van más allá de aceptar tarjetas de débito y crédito, que son igualmente importantes para el éxito de una empresa. Algunas cosas a considerar son las monedas admitidas por el procesador, que depende del país y de los bancos emisores involucrados. Idealmente, los dueños de negocios elegirían el procesador que les ahorra costosas tarifas de servicio y cambios de moneda desfavorables.
Así como las monedas varían de un país a otro, también varían los hábitos de pago de cada cultura. Por ejemplo, Openpay ofrece a los clientes la opción de pagos en efectivo, entendiendo que a su mercado latinoamericano le gusta pagar en efectivo. La variedad de opciones de pago es otro factor a tener en cuenta.
Un procesador de pagos que tenga un sólido departamento de atención al cliente con un enfoque centrado en el comerciante es ideal para facilitar el mantenimiento. Un procesador de pagos debe ser conveniente para el comerciante y fácil de usar para sus clientes. Sin una experiencia de usuario positiva, todos los recursos destinados a otras áreas se desperdiciarán, ya que el recorrido del cliente podría verse truncado si se pasa por alto este aspecto.
Y aunque la facilidad de uso es importante, también lo es la capacidad de identificar el fraude. Un procesador de pagos creado pensando en la seguridad tendrá las herramientas adecuadas para reducir la actividad fraudulenta, proteger los datos del usuario y realizar pagos seguros. En este sentido, una empresa que se mantenga al día con las tecnologías cambiantes también evolucionará con el negocio.
Un procesador de pagos centrado en el comerciante que pueda procesar pagos en línea mientras implementa las mejores prácticas de la industria en términos de seguridad, eficiencia, satisfacción del cliente e innovación es clave para la aceptación generalizada de los pagos digitales.
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